El arroyuelo a lo lejos

Más acallado murmura,
Y entre las ramas el aura
Eco armonioso susurra.

Se cubre el monte de sombras
Que las praderas anublan,
Y las estrellas apenas
Con trémula luz alumbran.

Melancólico ruido
Del mar las olas murmuran,
Y fatuos, rápidos fuegos
Entre sus aguas fluctúan.

                        José de Espronceda













THE GEIST sigue buscándose, sigue viajando. Necesita reubicarse en el KLOSTER. Llega hasta el Alto Alentejo en Portugal, y descubre un aura totalmente opuesto al que pisa cada día en la ciudad. Atemporalidad impregnada. Conexión silenciosa, a partir de la cual THE GEIST se recarga, y el KLOSTER se inspira para reinventar. La conjunción es inminente....


Monsaraz






Vila Viçosa

Évoramonte

Estremoz




Un funeral de viento y avenidas
sin campanas,ni lluvia,ni cadáver...
Es como si el mundo se le viniera encima.
Impotente, asustado, solo, ignorado, lo único que puede hacer es gritar con todas sus fuerzas.

EL TEMOR QUE LOS DEMONIOS PUEDEN EJERCER SOBRE TÍ ES EL QUE TU LES PERMITAS. TU TEMOR LOS HACE MÁS FUERTES, PERO CUANDO TU NO LES TEMAS, ELLOS TE TEMERÁN A TI

SINTOMAS: vómito de abundantes pelos, impotencia sexual, mudez, heridas y estigmas, levitación, cambios importantes en el rostro, fuerza superior al patrón del poseído, adivinación, habla de lenguas que no debería conocer por su antigüedad o rareza y muchos otros.

RITUAL:  

Solo un sacerdote autorizado por su obispo puede hacer exorcizar

Debe haber el menor numero de personas (en el caso de ser poseída una mujer ( se permite la presencia de otra mujer junto al sacerdote).

El exorcista  debe realizar misas vestido de morado, y llevar consigo un crucifijo.

Se debe impartir la comunión al poseído

Poner el crucifijo en la cabeza y pecho del poseído

Rociar las partes más afectadas con agua bendita

Recitar salmos y pasajes específicos.

Finalmente se debe preguntar al diablo el por qué de la posesión tras imponer las manos sobre la cabeza del poseido. 

“Yo te conmino, espíritu inmundo, cualquiera que seas, o si de varios os tratais, que tenéis dominado a este siervo de Dios, para que, por los misterios de la encarnación, pasión, resurrección, y por la misión del Espíritu Santo, y por la venida del mismo, Nuestro Señor, en el juicio Universal, me digas tu nombre y el día y la hora de tu salida con alguna señal, y para que me obedezcas en todo a mí que soy, aunque indigno, ministro de Dios.  
EN EL NOMBRE DE DIOS TE ORDENO QUE ABANDONES ÉSTE CUERPO, EN EL NOMBRE DE DIOS TE EXPULSO, ESPÍRITU MALIGNO, VUELVE AL INFIERNO, DE DONDE SALISTE”



La muerte es un instante que ya es nuestro,
el frío una razón para sentir
el calor de los otros.